
La implementación de nuestra política antisoborno ha venido a reforzar y formalizar principios que siempre han sido parte esencial de nuestra cultura empresarial: la honestidad, la transparencia y la ética profesional. Aunque estos valores han guiado históricamente cada una de nuestras decisiones y operaciones, contar ahora con un marco normativo explícito nos permite fortalecer los mecanismos de prevención, control y actuación ante cualquier intento de práctica indebida. Esta política no solo reafirma nuestro compromiso interno con la integridad, sino que también nos brinda una herramienta sólida para transmitir confianza y credibilidad a nuestros clientes, demostrando que nuestras acciones se sustentan en la rectitud, el cumplimiento normativo y el respeto absoluto a los principios éticos que rigen nuestra gestión.


